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Viajar a Noruega es sinónimo de conocer los fiordos, contemplar las auroras boreales o dejarse sorprender por el encanto de sus paisajes en los parques naturales. Las iglesias de madera medievales en este país escandinavo también son un gran atractivo, y lo mismo ocurre con ciudades como Bergen, Tromso, Alesund y Oslo. En esta última, en la capital, se localiza una de las atracciones más visitadas del país, con más de un millón de visitantes al año. Se trata de Vigeland Park, un verdadero pulmón verde de la ciudad que te atrapará por el trabajo del conocido escultor Gustav Vigeland.
¿Qué es el Vigeland Park en Oslo?
Vigeland Park, o en noruego Vigelandsparken, es un excepcional parque escultórico que refleja buena parte de la trayectoria profesional de Gustav Vigeland (1896-1943). Este escultor noruego dedicó más de 20 años de su carrera a completar más de 200 esculturas en este complejo en el parque Frogner.
Este espacio verde, auténtico pulmón de la ciudad, cuenta con una extensión de 32 hectáreas, y ofrece puntos muy reconocibles como la gran fuente de bronce acompañada de seis gigantes que sujetan un cuenco de donde surge el agua. También destaca un puente de granito enmarcado por 58 figuras de bronce.
El escultor aportó numerosas obras de arte que tienen que ver en su mayoría con el paso del tiempo y la agonía de la vida, pero además de eso, se implicó en el diseño del propio parque.
¿Cómo es Vigeland Park?
Todas las esculturas en Vigeland Park están realizadas únicamente con dos materiales, piedra y bronce. En ellas se representa a figuras humanas que ofrecen distintos estados de ánimo y momentos de su existencia.
Son personajes desnudos, que viven en completamente libertad, pero que al mismo tiempo se enfrentan al paso del tiempo y a la vejez, juegan entre ellos o discuten. La entrada al parque supone cruzar el puente de granito con las 58 figuras en sus laterales. Una de ellas es la conocida como la Monna Lisa del Vigeland.
Esta figura es, en realidad, Sinnategen (Gruñón). Simboliza un bebé en plena rabieta, llorando con la boca abierta y mostrando signos de frustración y enfado, con los puños cerrados y sin cesar de patalear.
Como ocurre en muchas otras esculturas de bronce, varias partes de la figura aparecen muy brillantes, una consecuencia de tocar el monumento. Esta costumbre se cree que trae suerte y cada día cientos de visitantes se paran ante Sinnategen para tomar fotografías.
El amor-odio de los noruegos con Sinnategen
Los ciudadanos de Oslo, y por extensión los noruegos, mantienen una relación de amor – odio con esta escultura. Durante la década de los 90 del pasado siglo incluso llegó a sufrir varios actos vandálicos. En uno de ellos la escultura fue arrancada de su pedestal para ser despojada a un cubo de basura. En la segunda ocasión, se tiñó por completo al Sinnategen con pintura rosa. Hay quien no acepta en Noruega que uno de los símbolos de la capital sea un bebé consentido y mimado.
Tras el puente de granito hay otros dos complejos escultóricos de relevancia. Uno es la ya citada fuente monumental con niños colgando de árboles sin hoja, lo que simboliza la muerte y el renacimiento; y un monolito de 17 metros de altura que incluye 120 figuras humanas que entrelazan sus cuerpos mostrando el ciclo de la vida.
Vigeland Park, el parque de las esculturas, es un verdadero museo al aire libre. Es un espacio muy agradable en Oslo que permite disfrutar de un ambiente agradable lejos del ajetreo de la ciudad.
¿Cómo llegar al parque de las esculturas de Vigeland?
Este parque es de acceso completamente gratuito para todos los visitantes. Se encuentra abierto todos los días de manera ininterrumpida. Además, en su interior se encuentra el Museo del Parque Vigeland, aunque este sí es de pago.
Si estás interesado en Viajar a Noruega y la capital, es tu destino, desde Noruega Tours te recomendamos encarecidamente descubrir este espacio. De hecho, para los oslenses es uno de los rincones más apreciados de la ciudad y acuden a él en los días más soleados.
Allí puedes encontrar a familias disfrutando de picnics al aire libre, visitas guiadas para descubrir los secretos de cada escultura y amantes de este arte que quieren investigar más sobre la figura de Gustav Vigeland.
Frognen Park, y en concreto Vigeland Park, se encuentran a aproximadamente cuarenta y cinco minutos a pie del centro de Oslo, desde el ayuntamiento, y a una hora de la ópera. En transporte público, la mejor opción es tomar la línea 12 del tranvía o la número 20 de los autobuses urbanos y parar en Vigelandsparken.
De vuelta a Oslo, la ópera y el museo Munch
Una vez ya conoces el parque de las esculturas, e incluso has entrado en el propio museo que resume la trayectoria de Gustav Vigeland, en Noruega Tours te animamos a completar tus experiencias culturales en el país con el museo Munch.
Edvard Munch es, posiblemente, el artista pictórico noruego más relevante de todos los tiempos. Su obra “El Grito» es reconocida mundialmente y está en el acervo cultural de toda la Humanidad. Esto explica por qué a la hora de Visitar Noruega y Oslo, este espacio siempre aparece como una de las primeras recomendaciones.
En el museo se alojan más de 1.100 pinturas, 4.500 dibujos y acuarelas, 18.000 trabajos gráficos y 6.000 libros, cartas y otros documentos de una relevancia histórica y artística indudable. Sus salas no solo acogen la obra de Munch, sino que incorporan arte contemporáneo internacional con exposiciones temporales que van cambiando en función de la temporada del año y la agenda cultural.
Visita el museo Munch, no tengas dudas de hacerlo, pero no olvides algo, y es que este edificio tiene un horario muy estricto de acceso, con límite de aforo en las salas. La propia pinacoteca aconseja a los visitantes adquirir las entradas digitales de manera previa a la visita, para no llevarse una desagradable sorpresa en taquilla.
Una de las ventajas de este espacio cultural es que está incluido dentro del Oslo Pass, la tarjeta turística que facilita el acceso a más de 30 atracciones, museos y monumentos en la ciudad. Con esta tarjeta podrás reservar la franja horaria deseada para tu visita.
Otro apunte interesante del Museo Munch es que se aloja en el barrio de Bjorvika, en el fiordo de Oslo, muy cercano a la ópera. El museo abrió sus puertas en octubre de 2021, en este nuevo emplazamiento. La anterior sede estaba emplazada en el barrio de Gamle Oslo, y se inauguró en 1963, justo cuando se cumplió un siglo del nacimiento de Edvard Munch.
Oslo es una ciudad extraordinariamente atractiva. Su reducida población en comparación con otras grandes capitales europeas, apenas 600.000 habitantes, no impide que sus calles concentren numerosos museos, edificios históricos, templos, parques y castillos. La Ópera, Vigeland Park, el Nuevo Museo Munch, el Palacio Real o Bigdoy, la península de los museos, son solo pequeños aperitivos para invitarte a conocer la capital noruega. Si tienes dudas, o deseas planificar tu viaje hasta este país escandinavo, en Noruega Tours estaremos encantados de escucharte y resolver todas tus duda.
