Viajar a Noruega
a
Viajar a Noruega
a

Viaja a Noruega

Nuestros Servicios

Sobre Nosotros

Viajar a Noruega no es simplemente conocer un país. Es descubrir un mundo de paisajes cambiantes, aire puro y la profunda sensación de libertad que solo da la naturaleza intacta. Y entre las muchas rutas que organizamos en Noruega Tours, una de las que más disfruto guiar es el espectacular Tour de Dovre, una aventura circular sobre dos ruedas por el corazón más salvaje del país para descubir paisajes de Noruega increíbles.

Un recorrido por tres parques nacionales

Cada vez que me reúno con un grupo en el tranquilo pueblo de Dombås, donde empieza nuestra ruta, siento una mezcla de emoción y anticipación. Vamos a pedalear más de 130 kilómetros atravesando no uno, sino tres parques nacionales: Dovrefjell-Sunndalsfjella, Rondane y Dovre. Es difícil encontrar una ruta ciclista que combine tantos paisajes espectaculares y una biodiversidad tan rica en un solo viaje.

La carretera nos lleva por senderos de grava bien cuidados, carreteras poco transitadas, subidas que exigen esfuerzo y bajadas que regalan vistas panorámicas. Pero lo mejor de todo es la sensación constante de estar en medio de una postal viva, rodeados de montañas majestuosas, ríos glaciares y cielos que parecen infinitos.

Encuentros memorables con la fauna salvaje. Paisajes de Noruega increíbles

Uno de los mayores atractivos del Tour de Dovre es la posibilidad real de ver bueyes almizcleros. Estos animales prehistóricos, que parecen salidos de otra era, habitan las mesetas del parque Dovrefjell y, aunque son esquivos, más de una vez hemos tenido la suerte de verlos desde una distancia prudente, sin alterar su tranquilidad.

Recuerdo una ocasión en la que hicimos una pausa para almorzar cerca de Hjerkinn. Mientras comíamos tranquilamente junto a un riachuelo, uno de los viajeros se quedó paralizado señalando una colina. A lo lejos, una familia de bueyes almizcleros nos observaba. Nos quedamos en silencio, maravillados por ese instante de conexión con la vida salvaje.

Además de los bueyes, el recorrido también nos ha regalado encuentros con renos, águilas reales y hasta zorros árticos. En la bicicleta, uno va lo suficientemente despacio como para no alterar el entorno, pero lo bastante rápido como para cubrir mucho terreno. Es la forma ideal de recorrer este ecosistema.

Tour de Dovre

Grimsdalen: un valle sacado de un cuento

Uno de los tramos más bellos del viaje es el paso por el valle de Grimsdalen, entre Folldal y Dovre. Este valle, largo y estrecho, está bordeado por montañas que parecen vigilantes silenciosos. A sus pies, extensas praderas salpicadas de antiguas cabañas de pastores nos cuentan historias de generaciones pasadas.

Cuando llegamos a este tramo, siempre sugiero detenernos con calma, respirar hondo y simplemente mirar. En una de esas paradas, una ciclista me confesó entre lágrimas que era el paisaje más hermoso que había visto en su vida. Y lo entiendo. Grimsdalen tiene algo que toca el alma.

Gastronomía y hospitalidad noruega

Durante toda la ruta, nos alojamos en pequeños hoteles familiares y refugios de montaña donde la calidez del trato compite con la calidad de la comida. A menudo, los dueños son personas que han vivido allí toda su vida, y cenar con ellos es como compartir una historia vivida.

Hemos probado platos típicos como el fårikål (cordero con col), trucha fresca de río, sopas espesas perfectas para recuperar energía, y siempre terminamos con algún dulce casero, acompañado de café recién hecho. Comer en ruta no es solo recargar energías, sino una experiencia cultural en sí misma.

Una ruta accesible pero estimulante

Aunque el Tour de Dovre requiere una forma física razonable, es perfectamente accesible para personas activas, incluso si no son ciclistas expertos. Y para quienes desean un apoyo extra, ofrecemos bicicletas eléctricas, lo que hace que las subidas se conviertan en paseos agradables y se pueda disfrutar del entorno sin distracciones.

Además, el ritmo del grupo lo marca la experiencia, no la velocidad. Siempre me gusta recordar a los participantes que esto no es una carrera, sino un recorrido de descubrimiento.

Tour de Dovre, paisajes de noruega

Cultura, naturaleza y silencio

Uno de los aspectos más fascinantes de esta ruta es cómo combina el silencio absoluto de la naturaleza con la historia cultural de Noruega. En Hjerkinn, por ejemplo, visitamos la Eystein Church, una iglesia moderna pero inspirada en la arquitectura medieval, que parece flotar en el paisaje.

También pasamos por antiguos asentamientos vikingos, postes de correo del siglo XIX y museos locales que, aunque pequeños, están llenos de relatos que enriquecen cada pedalada.

Final con recompensa

El regreso a Dombås es siempre emotivo. Después de días compartidos, paisajes recorridos y desafíos superados, el grupo se convierte en una pequeña familia. Algunos siguen su viaje para viajar a Oslo, otros exploran más regiones del país, pero todos nos vamos con una sonrisa amplia, fotos imborrables y muchas historias que contar.

He guiado esta ruta muchas veces, pero jamás deja de sorprenderme. Cada estación cambia los colores del paisaje; cada grupo aporta una nueva energía; cada día hay una nueva anécdota. Y siempre, al terminar, siento una profunda gratitud por poder compartir este pedazo de Noruega con otros.

Si alguna vez has soñado con pedalear entre montañas, cruzar valles infinitos y sentir que formas parte de un entorno natural sin alterar nada a tu paso, el Tour de Dovre te espera con los brazos abiertos.